jueves, 18 de abril de 2013

Aliseda 18: Working Class Compost

(Aviso: este texto responde a una creación literaria del autor de estas líneas. Para nada puede desprenderse que Aliseda 18 tenga un credo o ideología determinado)

Un fantasma se cierne sobre Madrid: el fantasma de los huertos urbanos. Es un hecho constatable, patente, imparable y que se contagia aquí y allí entre todas las barriadas. Si no me creéis, asomaros a Pan Bendito, barriada con carácter propio dentro de Carabanchel.
Huerto carabanchelero, compost obrero

Pisas Carabanchel y algo en su gente, en sus calles, en su sonido, en su cielo, te hacen saber que estás delante de uno de los barrios obreros con más solera de Madrid. Aquí nada se ha dado gratis a nadie. Todo ha sido ganado con tesón, lucha, sufrimiento y cabezonería vecinal. En el huerto de Aliseda 18 ocurre lo mismo. Las cosas no son fáciles, pero son posibles. Y ellos lo demuestran día a día.

Infraestructura: lo principal en la transformación
Hacer huerto en esa tierra es complicado. Igual que hacer compost en la solanera. Pero ahí están las manos trabajadoras de Alisedanos-dieciochescos y Alisedanas-dieciochescas. Manos que convierten el trabajo en rincones de libertad y comunidad. Aquí ni patrón ni amo ni señor, la tierra es de quien la trabaja.

Y de trabajar sabe bien Sonia. Ni lluvia, ni frío, ni calor. Ella es tenaz con el compost.

Sonia es del turno de mañana. Los hay también que tienen turno de tarde. Aunque la división del trabajo pone una barrera, en Aliseda 18 se las saben apañar para mantenerse unidos en la lucha. La web está al servicio de la clase obrera, de las personas.

Saben que lo importante es la infraestructura frente a la superestructura. Y para infraestructura la de su compostador almacén de ramas, podas y hojas secas. Muchos kilos de materiales se han depositado ahí. Y si lo pequeño es hermoso -y más si seguimos hablando de infraestructura- tenemos tres compostadores de palets, independientes, pero unidos en la misma lucha.


Sonia favoreciendo las condiciones objetivas para la transformación

Sonia no para de trabajar. No hay momento para distracciones. Esto del compostaje es una cosa seria. Sonia sonríe porque sabe que en los compostadores se dan las condiciones objetivas de transformación de la realidad. Y si es así el proceso de compostaje es imparable, como la revolución, como los huertos urbanos madrileños.

Compostadores obreros en un barrio obrero. Quizás esta gente está haciendo el mejor compost de Carabanchel. Con tesón, dignidad, compañerismo y trabajo. Ahí es nada.

RUC

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